Oremos por nuestro país
Una carta del Comandante Territorial
Estimados amigos:
Los acontecimientos de la semana pasada han sido traumatizantes para todos los estadounidenses. Hay división y malentendidos en todo el país, y muchos corazones están llenos de resentimiento y amargura. No es una exageración decir que esto se ha convertido en el verano del griterío.
En momentos como éste, tú y yo podemos y debemos desempeñar un papel clave ayudando a sanar las profundas heridas espirituales de nuestra nación. Confiando en el poder y la guía del Espíritu Santo, debemos estar disponibles para apoyar y orar con aquellos que están sufriendo, y debemos trabajar sin cesar para asegurarnos que, en medio de estos momentos difíciles, se les recuerda a los hombres y a las mujeres sobre la gracia, el amor y la misericordia de Dios.
Determinemos, por lo tanto, que no nos quedaremos con los brazos cruzados. No dejemos de cumplir con nuestro llamado como cristianos a llevar el Evangelio a un mundo afligido. Demostremos de manera palpable nuestras convicciones y nuestra confianza en un Dios santo; y sin tener vergüenza, declaremos que sólo a través de Jesucristo el mundo puede ser reconciliado con Dios y el pueblo puede ser reconciliado los unos con los otros.
Con este fin, les pido que cada uno de nosotros reserve un tiempo para orar, pidiendo a Dios que toque los corazones y las mentes de nuestros líderes, que apacigüe las pasiones destructivas que actualmente dominan los espíritus de muchas personas y que nos use de maneras que ayuden a hombres y mujeres a llegar a los pies de Jesucristo. Sabemos que Él es la solución, y que, si clamamos a Él, Jesucristo nunca dejará de responder.
Que Dios nos encuentre fieles en este momento. Que Él nos utilice como sus instrumentos para hacer frente al dolor profundamente arraigado en la humanidad sufriente.
¡Dios les bendiga! Reciban mis más cordiales saludos.
Muy atentamente,
Comisionado Kenneth G. Hodder
Comandante Territorial
Ejército de Salvación Territorio Oeste de los Estados Unidos